por Antares
Águila que tenaz surcas los cielos,
déjame ver lo que tus ojos ven
y poder contemplar el verde edén
sobre el que diriges tus vuelos.
Ajeno a todos esos pueblos bélicos
que roban y engañan con gran desdén,
tú buscas presas sin leve vaivén
y fijando tus ojos como hielos.
De pronto sientes dolor en el pecho
que hace que a tierra caigas en picado.
El mortal plomo su trabajo ha hecho.
Ese pueblo fiero por ti ignorado
te ha cazado. Su olla será tu lecho.
Al rey del firmamento han derrotado.
Seudónimo: Antares